Bonnie, una perra rumana muy amable, perdió la cola, parte de la pata delantera izquierda y el hocico. Pasó un largo período deambulando por las calles. Hasta que no apareció la gente adecuada para cuidar al perro sin nariz, no pudo encontrar un hogar que le ofreciera una nueva oportunidad.
Aunque se desconocen las circunstancias particulares de Bonnie, lo más probable es que alguien sin corazón haya causado la tremenda cantidad de daño.
Fue salvada y transportada al Reino Unido por el Beacon Animal Rescue Center en Canterbury, pero debido a su grave estado de salud, casi la ejecutan.
Metro informó que Kate dijo:
Teníamos tres perros, así que al principio me resultó difícil convencer a mi marido, pero cuando nadie quería a Bonnie, le prometí cuidarla hasta que pudiéramos encontrar el hogar ideal.
El hecho de que nadie quisiera adoptar a Bonnie le dio a Kate la motivación que necesitaba para asumir la tarea ella misma. La señora reconoció que al principio la apariencia del perro la había asustado, pero poco a poco se fue acostumbrando.
Cuando la herida de Bonnie en su muñón se volvió a abrir y Kate y su esposo Ross se dieron cuenta de que estaban considerando operar a Bonnie por razones “puramente estéticas”, decidieron quitarle el muñón en lugar de continuar con sus esfuerzos de recaudación de fondos para una prótesis.