El Dr. Ayman Ashmawy, jefe del Sector de Antigüedades del Antiguo Egipto del gobierno, reveló que la tumba fue descubierta enterrada a 5 metros (16 pies) debajo de la superficie. Además de su notable longitud, el sarcófago tiene una impresionante altura de 1,85 metros (6 pies) y una anchura de 1,65 metros (5,4 pies).

De particular interés, el Dr. Ashmawy mencionó que la capa de mortero entre la tapa y el cuerpo del sarcófago permanece intacta, lo que sugiere que el contenido del ataúd de piedra ha permanecido intacto desde la antigüedad.

Dado el tamaño excepcional del sarcófago, es probable que sirviera como lugar de entierro para un individuo de estatus y riqueza al menos moderados. Sin embargo, la pregunta de quién está exactamente dentro sigue sin respuesta.

Contrariamente a la especulación popular, es poco probable que el sarcófago contenga los restos de un antiguo gigante. Los sarcófagos suelen superar el tamaño de los individuos que contienen. Por ejemplo, el sarcófago más largo jamás descubierto en Egipto tenía más de 4 metros (13 pies) de largo y albergaba los restos del gobernante de tamaño mediano Merneptah.

Afortunadamente, hay algunas pistas importantes a considerar. Muy cerca del sarcófago, los arqueólogos encontraron una cabeza tallada en alabastro que se cree que representa al “dueño” de la tumba. Hecho de una roca blanda comúnmente utilizada para tallar, los rasgos de la cabeza se han erosionado con el tiempo. Sin embargo, una mayor investigación y análisis pueden ayudar a revelar la misteriosa identidad.

Gracias a su rica y diversa historia, Alejandría revela con frecuencia hallazgos arqueológicos notables. Como uno de los puertos costeros del Mediterráneo, la ciudad ha servido como un centro comercial vital para bienes, ideas, personas y culturas. Hace apenas unos meses, arqueólogos submarinos descubrieron una colección de antiguos naufragios y tesoros frente a la costa de Alejandría, evocando una sensación de asombro similar a las aventuras de Indiana Jones.