Cuando una enfermedad obligó a los veterinarios a extirpar los ojos del gran danés Lily, parecía que sus posibilidades de vivir una vida plena eran escasas.
Sin embargo, nadie anticipó que Maddison, la compañera de Lily, daría un paso al frente y se convertiría en su perro guía.
Estos dos han sido inseparables durante años. Ahora se encuentran en busca de un hogar debido a la incapacidad de sus dueños para seguir cuidándolos.
El aspecto único para cualquiera que los adopte es que Lily y Maddison son un paquete. Han estado esperando pacientemente en el centro de realojamiento de Dogs Trust en Shrewsbury desde julio.
Louise Campbell, la gerente, compartió: “Maddison es el perro guía de Lily. Cuando salen juntas, Maddison toma la iniciativa la mayor parte del tiempo mientras Lily camina cerca de ella para seguir sus señales. Es realmente reconfortante presenciarlo. Maddison siempre está pendiente de ella”.
Lily era una cachorra cuando sufrió una enfermedad que hizo que sus pestañas crecieran hasta llegar a los globos oculares, lo que provocó un daño irreparable.
Fue durante este tiempo que Maddison, de siete años, tomó a Lily bajo su protección y su vínculo se hizo más fuerte.
Estos leales compañeros vivieron juntos hasta que sus dueños anteriores tomaron la decisión de que ya no podían cuidarlos. La señorita Campbell mencionó que a pesar de la falta de visión de Lily, sus otros sentidos se han intensificado. Aunque no se separan con frecuencia, Lily puede sentir cuando Maddison está cerca. Se acurrucan juntos cuando se van a dormir y se comunican vocalmente entre sí.
Si bien no han analizado específicamente sus ladridos, la señorita Campbell notó que si Lily quiere moverse pero Maddison sí, a su manera el tono de su ladrido cambia. Los dos perros comparten un vínculo. Disfruten de la compañía de los demás.
Según Miss Campbell, Lily se comporta como cualquier perro y desde la distancia uno ni siquiera se daría cuenta de que tiene alguna discapacidad visual. Mencionó además que ambos perros tienen una perspectiva de la vida y siempre ven el vaso medio lleno.
Después de haber pasado un tiempo juntos, están contentos. Sigue con cariño su rutina diaria. La señorita Campbell también señaló que su tamaño, edad y el requisito de ser adoptados en pareja pueden haber disuadido a los propietarios. Aconsejó a cualquiera que esté pensando en adoptarlos que evalúe cuidadosamente su estilo de vida y comprenda las responsabilidades que implica.
“No parecen enormes cuando los ves en persona. Estas dos maravillosas niñas grandes deberían tener la oportunidad de pasar el resto de sus vidas juntas en un entorno”, expresó.