Pax no esperaba convertirse en padre a la edad de 13 años, pero la vida es impredecible. El labrador mayor estaba pasando sus años dorados en la granja con su adorada familia. Pero entonces Pax y su familia escucharon un grito de tristeza desde algún lugar de la granja y todo cambió.
Morgan, la mamá mascota de Pax, escuchó el grito de un gatito y lo localizó con la ayuda de uno de sus gatos. Se llevó al gato afuera y el astuto felino la llevó hasta el gatito huérfano.
El pequeño gatito había sido abandonado en el tocón de un árbol y lloraba llamando a su madre. Morgan esperó un par de horas antes de traer al gatito, con la esperanza de que la mamá gata regresara.
Pero después de un tiempo, se hizo evidente que la madre no regresaría y Morgan se dio cuenta de que tenía que ayudar al joven huérfano en duelo. Morgan le dio la bienvenida al gatito a su casa y lo ayudó a sentirse cómodo en su cama.
La gatita era tan pequeña que necesitaba alimentación con biberón y su pelaje y piel estaban infectados con pulgas.
La familia llamó a la gatita Polly y la cuidaron cuidadosamente hasta que recuperó la salud.
La alimentaron con biberón, le quitaron las pulgas y la colmaron de amor.
Pax, uno de los miembros de la familia, se interesó especialmente en el bienestar del joven gatito.
“Pax la ha adorado desde el principio”, le dijo Morgan a Love Meow.
Pax tenía un fuerte apego a Polly y un fuerte deseo de mantenerla a salvo.
Polly, por otro lado, parecía saber intuitivamente que Pax la protegería; Después de su primer baño, la gatita se acurrucó junto a Pax y rápidamente se quedó dormida.
Pax y Polly rápidamente se volvieron muy cercanos, y Pax incluso ayudaba con la alimentación; Una vez que Polly había sido alimentada, Pax la lamía hasta dejarla limpia y la abrazaba.
La pareja pudo hacer más cosas juntas a medida que Polly creciera, creciera y se fortaleciera.
Polly siguió a Pax por la casa y Pax compartió sus juguetes con su hija adoptiva.
Como buen padre, Pax le enseñó todo lo que sabía, lo que ha dado como resultado que Polly sepa “ladrar”.
Polly ha crecido y, aunque ya no es una gatita necesitada, ella y Pax siguen siendo tan unidos como siempre.
Les gusta jugar y abrazarse juntos, y Polly se comporta más como un perro que como un gato.
Polly y Pax son completamente inseparables e incluso tienen su propia cuenta de Instagram donde documentan su adorable relación.
Pax y Polly pueden ser de especies diferentes, pero son, siempre serán y siempre debieron ser una familia.
Su amor es puro y profundo, y ambos son extremadamente afortunados de haberse encontrado.